Poemas de Carolina Torres (Honduras) 5FIPAL


Carolina Torres

Estudiante de la carrera de Antropología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Su poesía ha sido incluida en Honduras: Golpe y Pluma, Antología de poesía resistente escrita por mujeres (2009-2013), Selección Poética “Las de Hoy”, Primera Antología Hispanoamericana de Landays, Venecia, Italia. "Chamote: Una amalgama de voces poéticas de nuestra América". En Revistas, blogs y proyectos virtuales como: Progetto 7 Lune, El Beisman Chicago, La Bloga, Experimental Lunch, etc. Miembro de colectivos artísticos "Habitaciones propias" y “Las de Hoy”, miembro de la Asociación Nacional de Escritoras de Honduras (ANDEH). Ha participado en Festivales internacionales de Poesía Centroamericana, Feria del Libro: La Habana, Cuba 2015, V Encuentro de Jóvenes escritores de Latinoamérica y El Caribe en La Habana, Cuba.


Chiquita
A Cuba, la isla de los sueños/construcciones

Escribo desde tus entrañas
contagiada de los múltiples ojos de muchachos
que caminan como Adonis
hasta volverse espantapájaros.

Y lloro chiquitita mía
me es inevitable
ante esta sensación de saberte distinta.

La luz aún amanece desconocida
eres letra, baile, pintura
exhalas jazz y yo no puedo sonreír
¿Hay algo que no tengas bella mía?
Eres la ternura, el abrazo de Dalton
y yo no puedo saborearte.

Debí escribirte antes
cuando eras distancia
 ahora chiquita
sé que siempre tomo mi lápiz a destiempo.



Hasta que no

Mi garganta se desgarra
hasta la punta de mis dedos
donde las palabras tiemblan
sin marcar tu piel,
tengo miles de letras ahogándome
desde los dedos
pero no puedo escribir,
tengo miedo de llamarte con poemas
y que no vengas,
estos ojos incapaces de nombrarte
y traer a mis dedos cada poro de vos;
entonces escribo
y te llamo,
escribo
ahogándome,
escribo
aunque no vengas.



Amanecer

La luz no alcanza
a atravesar las paredes,
el celular tiene media hora
avisando que sí, sí amaneció
(en algún lugar menos acá),
los zopilotes ladrones del canto
revolotean las láminas
y yo me lleno de espanto,
el espanto de respirar;
sus alas de fuego
llenan mi cama de cenizas
y yo me apago, me apago.
¿Quién acaso podría no pudrirse
en esta ciudad, en este cuarto, en estos huesos?


 

Reflexión a las 2:49

Empecé a ser yo
no sé cuándo 
no sé dónde
me invadió mi propia presencia
no más mascaras
solo yo
ni tu recuerdo
ni las memorias de nada y de nadie
solo yo
y esta tan extraña ausencia propia.

Comencé a extrañarme sin conocerme
a pensarme sin reglas
a jugarme la vida
¿será esto vivir?
tomar conciencia de que no sé que soy
me importa más el mundo cada día más podrido
que mi propia existencia
Soy capaz de entregarme a una causa
pero no me amo lo suficiente para guardarme de las heridas, de los peligros, de mí, de vos.
Me perdí
no me encuentro
no sé qué hago, que quiero
que sueño
me invade la angustia de saberme perdida
de no buscarme porque no quiero encontrarme
en esta situación de desnudo de la energía interna
del espacio sin nadie
ese espacio solo mío
donde el juez y el juzgado son el mismo personaje
-soy yo-

 


Nudo
A los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa

Hoy te gritaré
con la desesperación
de 43 voces,
hasta que incontables puños
encendamos los cerillos
que desaten la esperanza,
arderá el amor
y no necesitaremos más carteles
con fotografías
empapadas en llanto de madres,
nunca más será domingo
así no tendrás permiso de muerte,
ni bala,
ni fuego,
ni fosas,
no, no habrá verde olivo
con pestilencia de Estado
capaz de atravesarte,
hoy correrás a los brazos
de la ternura
y ya no tendremos que clamar
por vivir o morirnos,
hoy
desaparecemos los dinosaurios.

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