José Ernesto, Puerto Rico. Poeta invitado.

 José Ernesto, Puerto Rico.

 
José Ernesto, poeta puertorriqueño, autor de ocho poemarios, entre los cuales se destacan 1.9.2.3, Ninguna patria bajo los pies y Los pájaros que olvidé en el pasado. Su trabajo poético trasciende las páginas al combinar su pasión por la palabra con un firme compromiso con el arte. A través de su proyecto Yo soy poesía, José Ernesto ofrece talleres de escritura creativa en escuelas, colegios y universidades, compartiendo tanto su experiencia como su amor por la poesía con las nuevas generaciones.

También ha encontrado en el mundo digital un espacio para expandir su labor poética con su canal de YouTube Poesía en el carro. En este canal, da vida a los versos de poetas contemporáneos y clásicos, aportando su voz y estilo característico, con el objetivo de hacer la poesía más accesible y atractiva, permitiendo que las personas la consuman de una manera más cercana y viva, más allá del libro.

José Ernesto es un poeta autodidacta, cuya apariencia ruda y tatuada contrasta con su interior sensible y reflexivo. Bajo su piel, se encuentra un buscador incansable de su propia voz poética, siempre explorando nuevos territorios a través de la palabra.

Muestra poética:

La ciudad es un poema I 

Detrás de las luces de la ciudad 
existe una aflicción que pesa 
más que las monedas del vaticano 
sus pecados y sus mentiras. 
Detrás de las luces de la ciudad 
hay sombras y abismos hay llagas y dolor.
Un dolor irreconocible como de vida rota. 
Nadie ve detrás de las luces, 
nadie conoce el frío y la peste 
nadie mira la desesperanza del hombre y su hambre 
ni lo que esconde la ciudad tras 
el destello enceguecido de su podrida luz 
porque es sorda la caída de la humanidad 
y mudo su estruendo.
Porque nos hemos envenenado de egoísmo y placeres 
y ya no sabemos contemplar que 
también hay pechos vacíos y estómagos huecos
deambulando por la metrópolis. 
Que las calles de la ciudad no son lo único roto
que también hay almas fragmentadas 
que piden una esperanza como quien pide perdón. 
La ciudad es un poema y un viacrucis 
y su basura adorna la boca de alguien más 
mientras mitiga su triste hambre. 

he querido atrincherarme tras los escritorios
olvidar la letra que escupe mi mano
secar el sudor de los dedos 

que se hacen tinta inútilmente sobre un papel
caminar junto a los demás 

y camuflar esta condición de pájaro
quise desistir del aire
imprimir mi huella en la tierra
pero mis pies no eran terrestres
me propuse borrar la palabra de mi frente
pero la marca renació más honda
más insistente cada vez que la mutilé
porque hay enfermedades sufridamente hermosas
que se hacen rocío al no poder curarse
consideré el fuego para sellar las heridas
pero se me calcinó la piel
y un nuevo plumaje cirio
escribió en el aire poesía
estallando sobre mí los versos
que pretendí olvidar

una tarde sin fecha 

en el calendario del mar

 Cojímar, Cuba, 2017


He soñado tu abrazo de plumas
ese nudo lleno de constelaciones
que me enseñabas de niño
y he vuelto a sonreír como cuando tuve 10 años.
Vi las palabras brillar
desde tus labios en un beso
junto a un enjambre de mariposas
que transitaban el aire de tu último respiro.
Soñé tus dedos hurgando mi cabeza
en búsqueda de dragones voladores
y me dormías en tus manos
arropándome con tu vida.
Te pretendí conmigo y eras la reencarnación
de las gaviotas y el mar en tu risa añeja
eras la Luz suave de aquella tarde
que vimos desde el balcón a la hora del café.
Te escribo ahora para vivirte en cada palabra
mientras vas caminando
por los pasillos de las añoranzas
nombrándome con tu voz dátil, madura y dulce.

(Poemario 1.9.2.3)


Lee más poemas de José Ernesto en estos enlaces:

Contratiempo, Estados Unidos

El Escarabajo El Salvador

Revista Abanico 

Revista Montaje, Chile



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