Belén Atienza, España. Poeta invitada.
11 Festival Internacional de Poesía Amada Libertad, El Salvador 2024
Belén Atienza, España
Belén Atienza (Badalona, 1970) es profesora de literaturas hispánicas en Clark University (Estados Unidos). Es doctora en Filología Romance por la Universidad de Princeton y licenciada en Filología Española por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es autora de los poemarios Tierra de noches inmensas (Indole Editores, El Salvador) y Mi tierra es una lengua (Proyecto Editorial La Chifurnia. El Salvador) y del libro de relatos Saltaparedes (Pontevedra: El taller del poeta, 2011). Especialista en los Siglos de Oro, es también autora de El loco en el espejo: locura y melancolía en la España de Lope de Vega (Amsterdam: Rodopi, 2009). Ha participado en el Festival Internacional del Poesía Amada Libertad (El Salvador, 2020) y LaOtra FIL (Guadalajara, México, 2020). Sus poemas han aparecido en las revistas Alastor literario, Letralia, Destiempos y la Revista Hispano-Cubana HC. Sus poemas han sido traducidos al inglés por Rhina P. Espaillat y publicados en las revistas norteamericanas Rattle y THINK. Como gestora cultural, es miembro fundador y organizadora de la Tertulia Julia de Burgos (Worcester, Massachusetts) y la tertulia Miercoletras.
Hachazos
Yo no pertenezco a estos árboles.
Me llaman desde lejos
raíces más profundas
de metal.
Raíces de dolor.
Sílabas de un idioma
talado a hachazos.
Parto
Tercamente
con los puños cerrados
y los ojos cerrados
doy a luz.
Recién nacida de mí
parto
completamente vulnerable.
Para no lastimarte
Para no lastimarte
me haré de brisa
para que no te besen
mis espinas.
Para no lastimarme
me haré de sombra
de lirios recién tiernos
de claveles.
Para no lastimarnos
me haré de agua
de luz recién nacida
y de alhelíes.
Para no lastimarte
me haré de viento
de sombra susurrante
y de silencio.
Poe en el puerto de Boston
¿Por una deuda
por un pañuelo ?
Islas lejanas
cantan los cuervos.
Borracho el puente
quemado el cielo
negro el poeta
tenue el silencio.
Arde la noche
martillo y tiempo
los locos saltan
del sueño al fuego.
Poe lascivo
bebe en silencio
licor de niebla
fantasmas tuertos.
Mary flotando
llora en el puerto
¡Que no me entierren
sin ver los cielos!
Maldita muerte
tibia y sin dueño
sucias las olas
despierto el puerto.
Boston antiguo
arde en silencio
Poe dispara
su cuento eterno.
Libre el olvido
sueltos los versos
mares de niebla
vientos eternos.
Mi tierra es una lengua
A Manuela Flores, mi abuela,
por sus viñas, su cortijo y su duende
Mi tierra es una lengua reseca
agrietada por siglos de injusticias.
La jota jadeante de mi garganta jonda
gime enterrada bajo los olivares.
Y los muertos,
a las afueras de los pueblos,
apilados en cunetas,
tiritan bajo el polvo,
enmohecidos.
El poeta agoniza su amor oscuro.
Las viudas no cantan:
dan a luz a bastardos.
El silbo de las balas sigilosas
silencia los poemas nunca escritos,
los dedos aún manchados por la tiza.
No serán olvidados.
Los verdugos aún viven,
ancianos ya,
aunque no venerables,
acunados con la nana demente
de las adulaciones.
Reciben sepultura junto al Cid.
Vuela el botafumeiro
perfumando la herida
hedionda,
supurante.
Los caídos susurran su lamento
con lenguas de ceniza sublevada:
«Justicia, justicia, justicia…».
No serán olvidados.
Conoce más de Belén Atienza en estos enlaces:
https://www.alastorliterario.com/autor/217/
https://vanguardiadelpueblo.do/2021/04/belen-atienza-vocacion-para-crear-belleza-desde-el-dolor/
Video. Libro Tierra de noches inmensas
#11FIPAL Poesía hasta el tope
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