Javier Alvarado (Panamá)

2015: Poeta invitado
Javier Alvarado (Panamá)


Santiago de Veraguas, Panamá, 28 de agosto de 1982. Hizo sus estudios en el colegio Panama School y después obtiene el título de Licenciado en Lengua y Literatura Españolas por la Universidad de Panamá en el año 2005.   Candidato al Master en Bellas Artes en Teatro por la Universidad de Panamá.  Ha dado lecturas de sus poemas en Cuba. Chile, Nicaragua, Costa Rica, México, Inglaterra, Guatemala, El Salvador, Escocia, Colombia, Quebec, Canadá, Argentina y Uruguay; así como también la aparición de sus poemas en varias antologías de Poesía Hispanoamericana.  Ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía Joven de Panamá Gustavo Batista Cedeño en los años 2000, 2004, 2007 y 2014.  Premio de Poesía Pablo Neruda 2004 y Premio de Poesía Stella Sierra en el 2007. Poeta residente por la Fundación Cove Park, Escocia, Reino Unido 2009. Mención de Honor del Premio Literario Casa de las Américas de Cuba 2010 con su obra Carta Natal al país de los Locos (Poeta en Escocia). Primer Premio de los X Juegos Florales Belice y Panamá, León Nicaragua con Ojos Parlantes para estaciones de ceguera. Premio Centroamericano de Literatura Rogelio Sinán 2011 en poesía con el libro Balada sin ovejas para un pastor de huesos.  Premio Internacional de Poesía Rubén Darío de Nicaragua por su libro El mar que me habita. Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén 2012 por su libro Viaje Solar de un tren hacia la noche de Matachín.  Finalista del Festival de la Lira (Ecuador) 2013 por su libro Carta Natal al País de los Locos (Poeta en Escocia). En 2014, un jurado conformado por el poeta español Antonio Gamoneda, el poeta peruano Rodolfo Hinostroza y Julio Pazos de Ecuador, le otorgaron el Premio Medardo Ángel Silva a obra editada por su libro Carta Natal al país de los Locos.


Obra Publicada  Tiempos de Vida y Muerte (2001) Caminos Errabundos y otras Ciudades (2002); Poemas para caminar bajo un paraguas (2003); Aquí, todo tu cuerpo escrito, 2005, segunda edición 2006; Por  ti no pasa nunca el Tiempo (y otros poemas al espejo) (2005), No me cubre de edad la Primavera (2008), Soy mi Desconocido (2008), Carta Natal al País de los Locos, México (2011), Ojos Parlantes para estaciones de ceguera, Nicaragua (2011),  Balada sin ovejas para un pastor de huesos, (2011), Viaje solar de un tren hacia la noche de Matachín, México (2013), El mar que me habita, Nicaragua (2013).


PANAMÁ, YA SEA EN EL PACÍFICO O EN EL ATLÁNTICO
 
 Panamá en esta  calle y en este tiempo que nos falta,
Antes de mis días y mis noches
(Y del poema) fluctuando entre los lirios como el agua,
Con sus gruesas murallas y sus edificios
Que le dan color de tacto a los espejos,
A las criaturas del mar que se advienen a mi fondo,
A mi lámpara de niño y a mi mano afiebrada de poeta.
 
Nunca antes por siglos volví a ver el mismo día
En que abrí los ojos tanteando la tierra
Y el polvo del lugar donde ocurrió mi nacimiento,
Donde me convertía en talingo y en estatua
Con peces de aire entrando por el mármol.
 
Panamá fue una musa entrando
-vena a vena-
Un arcoíris en la boca,
El tamaño de una brújula en el eros y en la gnosis.
Una ciudad en mi piel, como algo corpóreo
Como la música en una temporada de lluvia
O como un tamborito en una oleada de calor.
 
Siempre llego a ella aunque por otros caminos vaya
Dejando fuego, dejando amor, coloquios,
Algo de poesía.   Mi talón siempre regresa al milagro
De su musgo, a sus piedras temerarias,
A su selva donde nunca he ido, donde nunca vuelvo,
Donde respiro la verdad del mundo
Ensalinada al borde de sus playas.
 
¿A dónde dejar el muro, el trapecio
Y las marcas de la reniñez como una mariposa en el sombrero,
 El desnudo campo
Por donde persigo duendes y espejismos de luciérnaga,
Imágenes de Dios o de un caballo que atesora
Las caminatas imaginadas por el tucán en la tormenta? 
 
Panamá
En el Pacifico, en el Atlántico,
¿En dónde está?, ¿en dónde estuvo?,
¿En dónde me encuentra el mar con su Canal
Y su memorial dolido?    Panamá la que siempre
Encuentro aunque por otros caminos vaya
Donde silbo a las criaturas que se advienen a mi fondo,

Con mi lámpara de niño y  mi mano afiebrada de poeta.



EMILY CON SU FIRMAMENTO HERMOSO
 
Hay otro firmamento
Siempre sereno y hermoso.
 
Dickinson
 
Emily mira el jardín interior que está más allá de las murallas
Quisiera tomar ese territorio                 donde pule su cayado el peregrino:
Donde la sombra encuentra su gemelo
Y donde dice:
 
Poeta
 
entra en mi jardín, hermano, hay un firmamento hermoso.
 
En los días ella toma el hilo y la costura;
Poda la perfección de la flor en cada paso
Va sembrando una balada
En cada pétalo que deshojan las alcobas
Donde se yergue el mausoleo a la belleza
En los ojos donde beben fuego las golondrinas de la sangre.
 
De resistirse al océano de las almas
Su padre un pastor de iglesia, la conmina
A la reverencia de las luces
Y las aguas
En el rebaño del señor,
Como una oveja saludosa
Que va del pasto ennoviado
Hacia pájaros y campanas que se apagan
 
Es el recuento de una historia y de otra historia,
Esposa purpúrea y blanca
Donde el sol penetra como una cabra en el bostezo
De los escarpados soles de nuestras vidas y las vidas.
Allí plantando un verso,
Un poema para la bolsa
La crónica de plata
Donde la sombra encuentra su gemelo
Y donde dice:
 
Poeta
 
Entra en mi jardín, hermano, hay un firmamento hermoso.




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