Perla Rivera. Honduras.

Invitada al IV Festival Internacional de Poesía Amada Libertad. Lectura de cicatrices. El Salvador, julio 2017.

Perla Lusete Rivera Núñez. Ajuterique, Comayagua, Honduras. Licenciada en Letras y Lenguas y Literatura por la UPNFM. Profesora de Educación Media y Primaria. Su primer  poemario "Sueños de origami" fue publicado en agosto el año 2014. Y Adversa su segundo poemario está pronto a publicarse. Varios de sus poemas han sido traducidos al italiano y afgano. Incluida en la primera Antología de landais hispanoamericanos promovido por la revista 7lunas de Venecia, Italia, en la Antología Chamote ´´Una amalgama de voces de nuestra América´´ editada en Argentina, y recientemente en la Antología de narradoras hondureñas, de la ANDEH, por ediciones literarias Paradiso y en la revista Parafernalia de Nicaragua entre otras. 
Invitada al Festival Internacional de Poesía de Occidente (El Salvador, 2014) y al segundo Festival Internacional de Poesía Amada Libertad. "Fuera de serie", en 2015. Publicada por revistas virtuales de poesía y literatura en Italia, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y de Estados Unidos y en reportajes especiales en periódicos de El Salvador y Honduras. Colaboradora del Suplemento Tres mil del periódico CoLatino de El Salvador. Pertenece a la Asociación Nacional de Escritoras de Honduras ANDEH.



Mensaje

Desde este naufragio con cuerpo de mujer, te escribo. Desconozco qué haces, dónde estás esta noche en que mi pecho es un recipiente que disuelve pájaros de azúcar, uno a uno se extingue, en cada pausa y deletrean tu alfabeto de silencio. Esta noche el mar desobedece y una imagen tuya sangra en mi retina.


Menos viva, cada vez
cuatro treinta, lunes por la tarde
aúllar es tener licencia de vida

mi casa sucumbe
no hay extintor, ni reglas de evacuación
o una carta de recomendaciones
que te diga cómo enfrentar el tiempo

no hace mucho  el río se incrustaba entre la montaña
con el eco de mis alaridos
El dolor ya no punza
Ni encuentro las imágenes que pude ser.

Mis ojos construyeron una nueva tormenta. 



Sólo la cédula indica que existo. 
Adquiero el matiz de los mitos
 trazo sobre mi cuerpo un mapa,
 una ruta que desparrame colores desde mi vientre
 y lo llene de flores.
Una curvatura que retuerza la luna en mi sangre.

El tiempo se detuvo en algún sitio,
 un espacio donde podría no estar ausente.
 Mi rostro me abandona,
son días en que el aire se esconde
días en que ni las sábanas adquieren mi forma.
 Una intrusa desde el inconsciente
 fabrica pasadizos en mi cuerpo.



No sé si era lunes o jueves
Un minuto apenas
y te reconozco
te exploré con astros minúsculos
intenté huir
- sueno a niña ingenua todavía-
Vi  matices
puede amarse así,
con tres palabras

Tus ojos eran faros en la costa
ya sabes, agitabas pañuelos
sobre un bostezo

Mañana es cada lunes o jueves
cada tres de la tarde
 y el reloj nos lleva al mismo sitio
donde amanece
y metemos el mar en un abanico
 que se mueve entre tus dedos
y apresura tus pasos

Acude la promesa interminable
el mensaje que se repite
erotismo y noches de desvelo.
 Tu retina ha roto el último botón de mi blusa
algo tengo que ver con ese fuego
 que hasta el viento  enrojece
y nos hace fotografías.



Lluvia
              A Marlon
                            
 Bastó el primer sueño para que yo lo supiera vivo más allá...
                                                                                       Julio Cortazar

Me exigiste tiempo 
y nos sentamos al borde de la acera
Mis palabras y las tuyas eran espasmos sedientos de luz. 
Sacaste de tu bolsillo un cigarro
lo encendiste como quien enciende una hoguera
con eternas lenguas amarillas y naranjas.
Aspiré el aire contaminado de memorias
te vi con calma y vergüenza
No eras el mismo 
No había herida, cicatriz
o balazo con agujero profundo en tu cráneo
que salpicaba ríos en muchas direcciones
-el cigarro ardía-
Venías a despedirte
sin prisa
necesitabas decirme que entregara aquellas notas
esas figuras de pájaros envueltos en papel aluminio
que se estaban ahogando con los hilos de tu suéter azul
Dijiste que el café hervía en la cafetera 
y se iba a evaporar
que olvidaste cerrar la puerta
y no pudiste esperarme
porque una sombra hizo silenciar la balada 
que todavía llevabas oprimida en tu garganta.
Traías olas entre una página
y sonreías porque entendí tu lenguaje
lenguaje-brisa que salía de tu boca y me acariciaba.
-el cigarro se extinguía-
El perro del vecino ladraba
alguien cantaba una plegaria hermosa de Ana Becoaj 
yo acerté nada más a decirte
que comenzaba a empaparme la lluvia
esa misma que me mojaba desde tus ojos
y mi piel absorbía con una sed de meses
No entendía que era una despedida
ya era lunes por la tarde
tus zapatos cafés partían 
ahogándose en la corriente
Una marea nos empujaba en direcciones opuestas.
Esa tarde me di cuenta
que alguien concibió una muerte
que pude decirte te amo
y no lo hice.



Comentarios

  1. Me encanté el poema "Lluvia" la introducción, cuerpo y desenlace del mismo son perfectos... su tono gris de melancolía lo convierten en un poema único, sentido y sincero. Felicidades a mi amiga la poetisa Perla Rivera.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu valoración Marvin. Un abrazo! Perla Rivera

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Poemas de Amada Libertad

Wingston González. Guatemala.

Poetas El Salvador (5)